Cuando llevamos una graduación que está obsoleta y no es la que nos corresponde actualmente, aparecen síntomas en el sistema visual y en la parte frontal de la cabeza.
Son síntomas que nos avisan de que algo no funciona correctamente.
El sistema visual que convive con un defecto refractivo, es decir, algún tipo de anomalía en él y no se corrige o bien llevamos una graduación desactualizada, nunca se podrá ver nítido y el sistema visual estará forzando para poder compensar ese defecto mal corregido o no compensado.
Por ello, tendremos tendencia a sufrir algunos de estos síntomas tan comunes como los siguientes:
- Visión borrosa o desigual entre ambos ojos
- Dolor de cabeza sobre todo a nivel frontal y en la sien
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Pesadez al final del día
- Enrojecimiento y cansancio ocular
- Ojo seco
- Y/o incluso ligeros mareos.
Todo ello produce malestar a diario y una sensación de mala visibilidad.
Por eso es importante realizar un examen visual una vez al año, para llevar un control sobre el desarrollo de la graduación y valorar cuales son los cambios en la misma o por el contrario valorar su estabilidad.
También podemos apaliar los síntomas además de ir bien corregidos, con un filtro especial en las gafas que nos proteja de las pantallas digitales.
Podemos añadir una buena iluminación ambiental, si la luz es natural más claridad habrá y menor cansancio y fatiga visual.
Realizar pequeños descansos de 2 a 5 minutos mirando al horizonte cada hora nos ayudará a relajar la visión y así no enfocaremos en cerca tanto tiempo seguido.
Utilizar lágrima artificial para mantener los ojos hidratados y así tratar o apaliar la sensación de sequedad ocular.
Siguiendo estas pautas mantendremos una buena visión y un sistema ocular sano evitando todos los síntomas mencionados anteriormente.
«El ojo que tú no ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque él te ve» Antonio Machado
