Las alergias oculares son producidas mayoritariamente por partículas existentes en el medio ambiente siendo los más habituales el polen de las flores en época primaveral y los ácaros del polvo durante el resto del año.
Otro tipo de alergias son causadas además por el pelo de los animales, las plumas, el humo, productos cosméticos, la contaminación ambiental o incluso por ciertos medicamentos.
Es importante saber identificar el tipo de alergia que se padece y así poder evitar o minimizar las posibles causas que la desencadenan, por ejemplo, un simple paseo por un parque o jardín, la limpieza del hogar, son situaciones en las cuales es sencillo identificar la causa del brote y poder así evitarlo o tratarse.
Se estima que más de un 30% de la población de los países desarrollados sufre algún brote alérgico a lo largo del año y además éstos han ido en aumento de forma significativa en los últimos cuarenta años.
¿Cuáles son los síntomas visuales más comunes en una alergia primaveral?
- Sensación de quemazón de los ojos
- Picor ocular
- Exceso de lágrima, ojos llorosos
- Fotosensiblidad a la luz
- Hinchazón palpebral
- Inflamación
- Enrojecimiento
Aunque haya escozor o picor en los ojos, es importante evitar el rascado y utilizar lágrima artificial tanto para hidratar la zona afectada como para eliminar los restos de alérgenos que puedan haberse quedado residualmente.
Para realizar una limpieza palpebral más exhaustiva se pueden utilizar unas toallitas oftálmicas y así eliminar la causa de la alergia con una mayor efectividad.
Para aliviar la inflamación y el ardor de los párpados es recomendable utilizar compresas frías en la zona ocular.
Podemos hacer un mayor uso de las gafas, reduciendo el número de horas que tenemos puestas las lentes de contacto, sobre todo si estamos expuestos a la causa de la alergia en ese momento.
Con respecto al tratamiento con fármacos para tratar las alergias oculares, debemos destacar que se centran en el alivio se los síntomas de forma puntual, en la mayoría de los casos.
